Alberto Noshibari es un reconocido estudioso y formador en SHIBARI. Tras años de formación con los maestros japoneses más influyentes, ha trascendido la estética canónica para desarrollar NOSHIBARI, un proyecto y una filosofía que concibe las cuerdas como una poderosa herramienta de exploración artística, psicológica y corporal.

Su trabajo se distingue por la búsqueda de la intensidad, la fuerza y la compenetración, construyendo momentos emocionantes donde lo técnico se fusiona con lo intuitivo.

NOSHIBARI es la evolución de una disciplina tradicional hacia un espacio contemporáneo de docencia y experimentación. Alberto utiliza las cuerdas como un medio para:

• Performance Artístico y Obra Fotográfica: Creando escenas de alta carga visual y significado.
• Exploración Sensorial: Fomentando la introspección radical y la conciencia corporal.

Con una amplia trayectoria en exposiciones y talleres a lo largo de Europa (Moscú, Londres, Berlín, Madrid, Barcelona…), Alberto Noshibari ofrece un enfoque ético y profundo, invitando a navegar en la ambigüedad y a descubrir la belleza que emerge al confrontar las propias sombras.

Manifiesto NOSHIBARI

Mi viaje con el shibari comenzó en el lugar más tradicional: las enseñanzas de maestros japoneses. Durante un tiempo, creí que las cuerdas eran un mundo de reglas, técnicas y una estética canónica inmutable. Sin embargo, mi espíritu inquieto pronto me empujó a cuestionar los límites y a buscar una voz propia. No por rebeldía, sino por la profunda necesidad de que las cuerdas hablaran un idioma que resonara con mi propia experiencia del mundo.

Así nació NOSHIBARI, un nombre que encapsula mi ruptura con lo convencional y mi evolución hacia algo nuevo. No se trata de rechazar el shibari, sino de reconocer que la esencia de mi trabajo ha trascendido sus fronteras. Las cuerdas, en mis manos, se convierten en un lienzo para la fusión de disciplinas artísticas, en un medio para explorar la intersección entre el cuerpo, el arte y la psique.

Un Espacio para la Otredad y la Intensidad

La escena de las cuerdas, para mí, no es solo un ritual estético. Es el entorno ideal para hacernos conscientes, a mi y a quienes participan, de conceptos, vivencias y exploraciones que se encuentran muy alejadas de nuestra rutina diaria. Es un laboratorio experiencial donde las certezas sutiles conviven con la duda y la incertidumbre. En NOSHIBARI, no buscamos respuestas definitivas, sino la valentía de navegar creativamente en esa ambigüedad.

La principal motivación de cada escena NOSHIBARI es la experimentación de la otredad. Es la oportunidad de salir de los roles y las identidades preestablecidas para habitar un espacio de múltiples intensidades y líneas de fuga. Esto no es escapismo; es una forma de introspección radical que nos permite vernos desde una perspectiva distinta, como si nos miráramos en un espejo de otro mundo. En este proceso, el cuerpo se convierte en un agente de descubrimiento, un mapa donde las emociones, los miedos y los deseos pueden ser explorados sin juicio.

La Crueldad como Fuerza Primordial:
Un Vínculo con la Historia del Arte y la Psique

Uno de los aspectos más profundos y a menudo incomprendidos de mi trabajo es la exploración de la crueldad, entendida no como un acto de violencia o sadismo, sino como una fuerza primordial e interna. Es una energía cruda, instintiva, que la sociedad nos enseña a domesticar. En NOSHIBARI, la invitamos a aflorar de manera consciente y orgánica.

Esta exploración dialoga directamente con las profundidades del pensamiento psicoanalítico. Nos remitimos a la Pulsión de Muerte (Thanatos), concepto acuñado por Sigmund Freud y reexaminado por Jacques Lacan. Esta pulsión, que opera más allá del principio de placer, es la fuerza interna que nos empuja a la repetición, a la superación de los límites y a un encuentro radical con lo Real. En el espacio de las cuerdas, esta energía se canaliza, permitiendo un flujo controlado y una liberación creativa que toca los bordes de la existencia.

Nuestra imaginería y la intensidad con la que abordamos el cuerpo también se nutren de un profundo legado artístico e histórico. Me considero heredero directo de la imaginería católica de la Contrarreforma, especialmente de la escuela de Valladolid, cuna del Barroco más escueto. En estas obras, la carne se expone con una verdad dramática y una piedad intensa: el cuerpo es un mapa de sufrimiento, éxtasis y penitencia.

En NOSHIBARI, utilizamos las cuerdas para revivir esa expresión escueta y visceral del cuerpo, conectando nuestra búsqueda contemporánea de la intensidad con la tradición escultórica que exploró el cuerpo humano en sus estados más extremos de pasión y vulnerabilidad.

Al canalizar esta fuerza a través de las cuerdas, logramos despertar una energía liberadora que no busca el escape, sino una introspección radical y un encuentro sincero con la verdad del propio cuerpo.

Un Proceso de Aprendizaje Alternativo

Mi oferta de talleres y mentorías no es una simple instrucción técnica. Es un proceso de aprendizaje alternativo que desafía el modelo tradicional de «maestro-alumno». En lugar de un catálogo de nudos y patrones, ofrezco una caja de herramientas para la exploración personal.

El camino de NOSHIBARI es para aquellos que buscan más que una estética bonita. Es para los artistas, los buscadores, los curiosos que anhelan profundizar en la relación entre su cuerpo y su mente. Mi programa se centra en:

• Fundamentos Técnicos: Entendiendo el lenguaje de las cuerdas no como una meta, sino como el punto de partida.
• Composición y Estética: Desarrollando una mirada artística para crear escenas con intención y significado.
• Exploración Psicológica: Usando las cuerdas como una herramienta para la introspección y la conciencia corporal.
• Filosofía y Ética: Debatiendo y estableciendo un marco ético sólido y personal para la práctica.

En un mercado saturado de competencia, NOSHIBARI se distingue por ser una marca personal que ofrece no solo un servicio, sino una filosofía. Mi trabajo es un testimonio de la belleza que se encuentra al mezclar lo sagrado y lo profano, lo técnico y lo intuitivo, la historia y el futuro.

Si buscas un espacio para liberar tu creatividad, enfrentarte a tus propias sombras y descubrir una nueva forma de habitar tu cuerpo, te invito a unirte a este viaje. El shibari nos dio el mapa; NOSHIBARI es el camino que nos atrevemos a trazar.